jueves, 5 de septiembre de 2013

Pekín #03. La ciudad prohibida.

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    La ciudad prohibida (120 Yuanes= 15 euros) es otro símbolo de China y de su capital. Está en el centro de Pekín y mide 70 hectáreas, es decir, gastas suela paseando de templo en templo y tiro porque me toca. Si China se caracteriza por sus legendarias arquitecturas y tradiciones, tras salir de la ciudad prohibida tienes una indigestión de todo ello y solo te apetece echarte un rato en el parque a descansar. El término “visto uno, vistos todos” se nos vino a la cabeza a los del grupo, pero no por ello voy a dejar de alabar el inmenso esfuerzo que debe de ser mantener ese colosal monumento arquitectónico muy bien explotado por el gobierno donde, de nuevo, fuimos arrollados por la masificación de turistas chinos que poblaban cada entrada.

    Como no soy (somos) de los que leímos todos los carteles que explicaban la utilidad de cada edificio, ni nos entusiasmaron las tiendas de jade, ni mucho menos observamos con minuciosidad cada esquina que ocupa esta mini ciudad, terminamos tras tres horas de caminata en el jardín del señor emperador donde estaba la salida del norte y el Jingshan Park (2 Yuanes). Desde la colina donde había otro templo, con otro Buda más, se observa muy bien la inmensidad de la ciudad prohibida.
    En un bar del parque probamos unas salchichas pinchadas en un palo (suena mal, pero es tal cual) que no nos agradó a ninguno el sabor. Es un tentenpié que encontramos en diferentes sitios de China. Justo cuando terminamos, un señor pidió hacerse una foto con uno de nosotros (algo habitual en el viaje). Mi amigo posó y seguimos nuestra ruta. El restaurante también fue de lo más normal en China: sin tenedores, sin postres, ni cafés, arroz y noodles picantes.
    Esa tarde visitamos el Templo de Confucio (30 yuanes). Gracias a que había poco turismo, por no decir nada, y debido al cansancio de la mañana nos lo tomamos con calma y estuvimos entretenidos leyendo la vida y obra de este histórico personaje. Sin duda, a tener en cuenta sus valores y su enorme aportación a la educación de su época. Intentamos visitar el Templo de Buda, que estaba al lado, pero China tiene horario anglosajón y cierran alrededor de las cinco y media.
*Precios Marzo 2013.

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