miércoles, 20 de noviembre de 2013

#038 Comienzo en la Europa del este. Eslovenia y Hungria.

Bratislava, Eslovaquia
En Viena me recogio un conductor que llevaba quimicos en su furgoneta a la universidad de Bratislava. Era un hombre de mirada directa, y apreton de manos fuerte. El tambien habia viajado haciendo dedo y me dijo que aprovechara ahora que podia. Me clavo los ojos cuando nos despedimos y me repetio dos veces que tuviera mucha suerte. Estaba a las afueras del centro de la capital Eslovaca y tuve que preguntar para llegar al casco antiguo. Cogi el bus 83, como me indico un chaval, y me pase de parada. Tengo buena orientacion con los mapas, por lo que cuando cruce el puente del rio, supe que tenia que volver atras.

Mujeres saliendo de misa de la catedral.
Bratislava se ve en una tarde. En comparacion con Viena, la capital eslovaca tuvo la suerte de que no le afecto la segunda guerra mundial y sus edificios mas antiguos siguen en pie, como la catedral y un supuesto castillo (feo), que es sede del gobierno (nada interesante, excepto las vistas de los tejados del centro).  La parada en esta ciudad me sirvio para conocer a una pareja de CS muy viajadora y que tambien practican el autostop, incluso en Turkmenistan. Como la ciudad no daba para mucho, me fui, despues de mucho tiempo, al cine con Pavel. Estaba terminando el Festival de Cine de Bratislava y como tenian peliculas gratis, nos fuimos a ver la peor pelicula de la historia. Algo exagerado, pero era muy amateur el trabajo, aun asi, nos dio para hablar largo y tendido cada secuencia. Gracias a esa pelicula, descubri el bar donde proyectaban las peliculas. Uno de esos que no salen en las guias y tiene el calendario lleno de actividad culturales.

Arte urbano en Bratislava
Tan solo hay setenta kilometros de diferencia entre las dos capitales, la austrica y la eslovena, pero los precios se notan. La media que ganan en Bratislava es de 600 euros y las pintas (cervezas de litro y medio) las encuentras en los bares a menos de dos euros. Entrar en el supermercado fue una gozada. Sigo mirando el precio en cada esquina, pero pasar a la europa del este me ha dado un alivio. Tanto fue asi, que al ver que iba a llover me cogi un autobus por nueve euros a la capital Hungara.

El parlamento Hungaro junto al rio Danubio.
Hay paises que se conocen por sus bebidas, pues en Hungria tienes que probar "El palinko", al menos es loq que me dijo mi CS, asi que no iba a decir que no. Es fascinante pasear por las calles con un local y que te explique que la ciudad de Budapest fue formada por tres pueblos, entre ellos Buda y Pest. Dos distritos divididos por el rio Danubio y unidos por grandes puentes. Seguimos en la europa del este, pero esta vez ya he tenido que cambiar euros por la moneda local, hacer cabalas a la hora de pagar y darte cuenta de que si te escapas de la zona turistica encuentras precios autenticamente bajos. Como por ejemplo un capuccino por un euro, el mismo precio del billete sencillo del metro, o un bocata por menos de dos euros. La ciudad es enorme y tiene una historia muy interesante.

Un paisano en Budapest.
El imperio austrohungaro, la palabra favorita de Berlanga, queda reflejado en su arquitectura. En Budapest encuentras edificios calcados a los de Viena y, como su vecino, en la segunda guerra mundial destrozaron todo por simpatizar con los nazis, por lo que tuvieron que reconstruir la mayoria de ellos. Esta ciudad no se ve en una tarde, ya que da para mucho, por lo que mi primera idea de irme al segundo dia lo reconsidere gracias a mi CS que me ofrecio quedarme otra noche mas. De este modo, descanse y disfrute un poco mas la ciudad. La parte del castillo en Buda y el centro mas comercial en Pest, donde se encuentra la mayoria de los edificios mas emblematicos. La entrada al Parlamento son 6 euros para los europeos y la visita a la opera es mas caro, once euros, pero esta la opcion de pagar 2 euros por algun espectaculo, en el peor asiento que hay y asi ves el edificio por dentro.



Plaza de los heroes, Budapest.



Algo tipico de Hungria, "Langos".


El fin de semana estuve en Szeged, una ciudad minuscula, pero importante en Hungria. En Budapest habia probado un chupito de "Palinko", pero mis CS en Szeged se reunieron con unos amigos antes de ir a un concierto y me ofrecieron probar diferentes tipos del licor, ya que cada uno habia elaborado en su casa este mata ratas de cincuenta grados. Al dia siguiente, con resaca del licor, los CS llevaron a su Fox Terrier a un concurso de perros cogiendo frisbees al vuelo. Una manera entretenida de pasar un domingo. Unos van a misa y otros lanzan objetos para que su perro haga deporte. 

Hungria tiene muchos e interesantes sitios que visitar, como el lago Balaton que es el mas grande de centro europa o su rica gastronomia. Un destino barato y cultural. Lo he vendido bien, no? Pues nadie me paga por ello, es que me han tratado genial en estas tierras.



  






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