lunes, 24 de marzo de 2014

#059 Tailandia. Ciao dinero. Ciao Tailandia.

Chang Mai. Tailandia.
Llevo meses viajando, casi seis, pero sigo siendo el mismo mochilero de provincias que salió de pucela, y vais a saber por qué muy pronto. Tailandia, como dije, es un país muy cómodo para viajar. Coges un tuktuk, te lleva a la estación de bus y el propio conductor te acompaña a la taquilla donde comprar el billete para tu próximo destino. Llegas a la nueva ciudad y en la propia estación hay un punto de información. Consigues mapa, hasta te dicen dónde coger el bus local y llegar a la guest house es cuestión de tiempo. En las calles turísticas se multiplican los restaurantes con comida europea, pubs, agencias de viajes para hacer mil actividades y... centros de masajes. Los hay a patadas. Creo que tantos como hombres jubilados de UK o Alemania. Quizás va en proporción. Aquí es donde me sentí un poco de provincias al no darme cuenta de por qué había tanto hombre canoso por Tailandia. Es cierto que en este país hace mejor tiempo en el invierno europeo y, claro, para el reuma este clima viene de mimo. Por lo que no me resultó llamativo la gran cantidad de cincuentones que había hasta que llegué a Chiang Mai, donde les encontré emparejados con jóvenes tailandesas bebiendo cervezas o yendo en moto de un lado para otro. No tenía mucho misterio, pero soy un poco corto. Oye, es una alternativa que me podría plantear si no fuera porque tengo mis dudas respecto a recibir la jubilación algún día. Por mi parte, en vez de gastarme los cuartos en masajes, me dio por subirme la moral comiéndome una hamburguesa en condiciones y... funcionó, porque esa noche dormí como un bebé.

Chang Mai. Tailandia.

Mi salvacion. Chang Mai. Tailandia.

Chang Mai. Tailandia.
Cada uno tiene su experiencia y, claro está, quien venga con cuartos para gastar en mil actividades, este es un gran sitio. En un descuido te dejas 30€ por día y tan ricamente, pero al margen de los precios y el dinero que me estoy dejando, Tailandia tiene su encanto. Su gente es muy amable, muy budista y, sorprendentemente, muy patriótica. Sí, patriótica (desconozco si es por devoción u obligación). El otro día, esperando al bus que me iba a llevar a Chiang Mai, estaba leyendo las últimas páginas de una novela de detectives olvidable, pero interesante. Tanto fue así que no me había enterado de que empezó a sonar el himno tailandés (sí, en la estación de bus) y, al levantar la mirada del libro, todo el mundo estaba de pie y cantando. Me sentí como en un gag de televisión, ya que era el único extranjero y, por lo tanto, el único sentado. Miré para todos los lados tres veces. Pensé que era una broma, pero no. 

Chang Mai. Tailandia.

Amo los mercados. Chang Mai. Tailandia.

Chang Mai. Tailandia.

Llegué a Chiang Mai por 278 Bats* en un bus de segunda clase, es decir, sin baño. Una vez en la ciudad, me encontre con una pareja de Valladolid (La ciudad debe estar vacia. Pucelas por el mundo). Ellos cogieron un taxi y yo me meti en el bus local (15B) que me dejó en la old city. Sí, así son todas estas ciudades, todas tienen su parte vieja, rodeadas de un muro, un rio, en forma de cuadrado y con un montón de templos budistas. En esta ciudad la old city está integrada en la ciudad y los templos están bien cuidados. De hecho, son espectaculares. Sus detalles arquitectónicos merecen pararse un buen rato y admirarles. Es una pena que todas las calles del centro esten plagadas de restaurantes europeos y guest house. Imaginarse esto en tiempos remotos tendría su encanto. Es tan turistico que hasta los puestos callejeros de comida local estan abiertos hasta las once de la noche. Se han habituado a los horarios europeos y algunos preparan desayunos con tostadas, bacon y huevos. Nada, que es dificil echar de menos tu país. Tienes hasta los partidos de fútbol, así que como he dicho, jubilación perfecta: churri, cerveza y balompié.

Chiang Mai. Tailandia. Con mancha incluida de mi camara!!

Chiang Mai. Tailandia.
Caminando por las calles, me volvi ha encontrar a la pareja de Valladolid y me hablaron de un bote que te lleva desde Taton a Chiang Rai, mi siguiente ciudad. Como no tenia mucho que hacer por Chiang Mai, me fui con ellos a Taton, donde tomamos un cafe mientras esperabamos a que saliera el bote. Pense que iba a ser un barquito, como el de chanquete, pero no. Era una barca a motor donde estabamos sentados unos pegados a otros a ras del agua. El trayecto merecio la pena, a pesar de costar 350B. El viaje nos deleito con gente locales pescando, chavales refrescandose en el agua y, en una parada donde habia comercios (ya he dicho que lo tienen bien montado) vimos a turistas pasear en elefante. Todo un negocio. Llegamos a Chiang Rai donde nos esperaba un tuktuk (malditos bastardos) Como no teniamos ni idea donde nos encontrabamos nos pidieron 50B a cada uno para llevarnos al centro de la ciudad... que estaba a menos de diez minutos!! Alli busque el sitio mas barato y me meti en una guest house con estilo jamaicano. La habitacion era algo cutre, pero fue lo mas barato que encontre 150B.

Rumbo a Chiang Rai.

Parece que ha pescado algo.

Aventuras en el rio.

La ciudad no tiene nada, de hecho, la pareja de pucelanos solo querian dormir una noche e irse a la frontera al dia siguiente. Yo habia ido alli para ver el templo blanco, pero como estaba a quince kilometros de la ciudad, espere al dia siguiente. Esa noche cene con una chica de new york que vino con nosotros en el bote. Encuentros viajeros que luego puedes ver en el camino y, quizas, jamas en la vida. Y eso lo llena de emocion el viaje y estas conversaciones son diferentes. Es especial, vamos.

Chiang Rai. Tailandia.

Chiang Rai. Tailandia.

Chiang Rai. Tailandia.

Al dia siguiente me levante animado y me fui con mi mochila a la estacion de bus. Si, decidi no quedarme una noche mas. Queria ver el templo blanco y despues irme a Laos. Estaba cansado de estar en ciudades aburridas, asi que deje mi mochila en una especie de 'lockers' (basicamente era un chaval con estanterias que guardaba las mochilas por 20B). Cogi un bus local (20B) hasta el templo y he de decir que merece la pena. No hay mucho que ver porque no te dejan estar mucho tiempo, pero el edificio y sus alrededores son espectaculares. El templo es moderno (creo que del 97) y tiene muchas referencias modernas. Sus detalles en cada esquina son admirables. Sin duda una visita muy recomendable, pero con media hora ya lo hice, asi que de nuevo me volvi a la estacion para irme a Laos.

* Nota: 45 Bats = 1 euro. Marzo 2014.

Templo blanco. Chiang Rai. Tailandia.

El infierno en el Templo blanco. Chiang Rai. Tailandia.

Templo blanco. Chiang Rai. Tailandia.

Modernidades del Templo blanco. Chiang Rai. Tailandia.

Templo blanco. Chiang Rai. Tailandia.

Desenfocado en el Templo blanco. Chiang Rai. Tailandia.



martes, 18 de marzo de 2014

#058 Tailandia. Primeros pasos por el este asiatico.

Bienvenidos a europa en Bangkok.

Bangkok
Estoy en Tailandia y me da vertigo echar la mirada atras. Llevo casi seis meses viajando y todos los recuerdos son impresionantes. No puedo compararlo a nada que haya hecho hasta ahora en mi vida. Es una experiencia unica e intensa. Tanto es asi, que llegar a Tailandia me ha dado el bajon. Algo tiene que ver dejar a Virginia en India, pero tambien el hecho de que todo mi viaje hasta ahora tenia cierta aventura. En Europa fue la mayor de ellas, pero Nepal e India eran paises tan intensos que no te aburrias, ya que cada dia son diferentes. En cambio, vengo a un pais que da todo mascadito para el turista y, de momento, no me encuentro comodo. 
Bangkok es una capital que no me ha apasionado, pero solo la puedo juzgar por tres dias que estuve, asi que no me hagais mucho caso. Aqui puedes sentirte comodo en tres calles que tienen preparadas para que el turista occidental se sienta como en casa, ademas, los precios (es inevitable que lo compare con India) son mas caros. Las habitaciones mas baratas son a 200 Baths (4,50 euros) con ventilador, si quieres aire acondicionado, pagas mas. La comida sigue siendo precio asiatico si buscas por las calles (Vale, si, este aspecto me ha gustado). Los puestos callejeros dan mucha vida a las ciudades, eso lo echare de menos cuando regrese a Pucela. Esto y los supermercados 7eleven que ya forman parte de mi viaje por este pais, ya que te puedes preparar tu cafe o te con hielo, por 18 Baths (el vaso medio) Como veis, sigo mirando el dinero, a pesar de que todo ha ido bien y me mantengo en presupuesto. La unica queja que tengo son los malditos bancos y sus comisiones.
Mi compi de viaje en el palacio.

El mercado flotante.

En Bangkok visite el palacio, 500 baths del ala, donde hay un monton de edificios, que para ser la primera muestra de arquitectura tailandesa, no estuvo mal. A partir de aqui, todo resulto mas de lo mismo. Tambien estuve en dos museos que incluyen en la entrada y, claro, donde pago..., porque mucho interes no tenia (uno era sobre los vestidos de la princesa y otro de joyas y utensilios de los reyes), excepto que tenian aire acondicionado y es que he llegado justo con una media de 36 grados por dia. Es un tanto complicado lidiar con los sudores y mi mini mochila, por lo que tengo que usar mas que nunca la lavanderia. Detras del palacete esta otro complejo religioso (100 baths con botella de agua gratis) donde esta el famoso Buda tumbado, el resto, mas edificios y un monton de estatuas de budas sentados. Edificios bien cuidados, que despues de la India, se agradece, al menos si pagas, que lo cuiden. Mi ultimo dia en la ciudad visite un mercado flotante. Mediante un pack de esos que encuentras en cualquier agencia, me llevaron a un pueblecillo donde hay un riachuelo alrededor de un mercadillo y donde hay mujeres en barcas vendiendo fruta y comida. Habia mas turistas en barcas que vendedoras!! No niego que era muy fotogenico e interesante, pero este mercado era una pantomima para turistas. Por la tarde estuve con dos colombianos amigos de mi amiga Maria, asi que quedamos y me contaron su super aventura que empezo al mismo tiempo que yo, pero ellos estan trabajando via internet, asi que no tienen problemas para estar varios meses en Filipinas o ahora en Tailandia. Un viaje diferente, sin dudas.

Ayutthaya, Tailandia.

Ayutthaya, Tailandia.

Mi viaje se dirige hacia la frontera norte de Laos, por lo que la primera parada fue Ayutthaya. Una ciudad que se puede recorrer en un dia con un pack turistica desde Bangkok (450 baths), pero yo, por la mitad del precio, me llevaron alli porque me iba a quedar un par de noches. Despues de visitar un templo con el resto de gente, el guia me indico donde encontrar alojamiento, asi que me cogi mi mochila y busque cama. Esta ha sido la parte mas aventurera (viviendo al limite que ando...) y en la que me recordo mis principios de viaje, andando por las calles de una ciudad desconocida, preguntando a viejetes y, despues de recorrer varios kilometros... tachan... encontre la calle para turistas: un monton de guest house, bares con musica, cerveza, y agencias de viajes. Por si tenia dudas de como llegar al siguiente destino: habia carteles por todas partes de Sukhothai. 
Ayutthaya es una isla (en realidad es un rio que rodea la ciudad) en la que se reunen una gran cantidad de templos budistas, uno de ellos se ha hecho mas conocido debido a que la cabeza de una estatua fue envuelta por las raices de un arbol. A partir de aqui, como dije sobre Bangkok, mas de lo mismo, los templos, en ruinas, son minusculos complejos que recorres en media hora. Los dos mas importantes cuestan 50 baths cada uno y, gracias a que alquile una bici, la parte mas divertida del dia, me visite un monton de ellos. Esta ciudad es muy tranquila, por lo que tener un dia pedaleando y silbando la cancion de verano azul fue la mar de relajante.

Mi Guest House, Toto house. Ayutthaya, Tailandia.

Tengo pasion por los coches destartalados. Ayutthaya, Tailandia.

Como os dije, esta pesadumbre que me embarga, por estar solo, llevar mucho tiempo de viaje, el calor, y visitar ciudades con cuatro cosas que ver, no animan y Sukhothai no me ha ayudado mucho. Llegue a esta ciudad a las tres de la tarde. En la estacion de bus tenian una oficina de turismo donde me dieron un mapa de la ciudad y donde alojarme. Hasta me dijeron lo que me iba a costar el tuktuk (50 Baths)!!! No me dejan ni regatear!!! (Todo muy aburrido). El conductor amablemente me indico donde debia coger el bus para ir a la Old city. Exacto, esta ciudad tiene trampa, ya que esta dividida en dos, la New city es donde te deja el bus y donde estan la mayoria de guest house. Para visitar el complejo de templos esta la old city que visite al dia siguiente gracias a una camioneta que hace las veces de bus (30 baths el viaje). 

Sukhothai, Tailandia.

Sukhothai, Tailandia.
Nada mas bajarme del tuktuk tuve la duda de si alojarme en la new o en la old, asi que eche un vistazo a mi alrededor y vi carteles de guest house. Para que mas... me meti en Sukhothai resort, donde las habitaciones son como bungalows. Una cama enorme y toilet privado por 200 baths. (Siguen sin bajar los precios!). Al dia siguiente me fui a ver el complejo de templos... (Si, mas de lo mismo) Aqui hay varios y con unas distancias no aptas para adictos al sillon, por lo que me volvi a alquilar la bici (Sigue siendo lo mas atractivo del viaje... verano azul en Tailandia). El primer y central complejo de templos cuesta 100 baths mas 10 por la bicicleta (!) Absorto me quede, parece ser que gastas mas carretera que si usas tus zapatillas. Como tenia que aprovechar el vehiculo sin motor, me fui a ver un solitario templo en ruinas yendo hacia el sur. Lo mas interesante fue el paisaje rural con casitas y gente echandose la siesta. Me parece curiosa la arquitectura de sus casas que estan elevadas y, debajo de ellas, hacen media vida, tanto para cocinar como pasar el tiempo. 

Sukhothai, Tailandia.

Sukhothai, Tailandia.

Sukhothai, Tailandia.

Sigo mi viaje hacia el norte de este pais que, de momento, no me esta llamando mucho la atencion excepto por sus cibercafes llenos de chavales adictos a los videojuegos y unos sillones que mas de un ejecutivo se moriria de envidia. La gente es muy educada y son la mar de simpaticos, pero me aburro, asi que espero encontrar algo que me motive o me piro a Laos en breve.


Sukhothai, Tailandia.

Bus que me llevo a Sukhothai, Tailandia.

Sopa de pescado con arroz y cerdo. Repugnante y picante. Ayutthaya, Tailandia.







lunes, 17 de marzo de 2014

#057 India. Triste despedida.

Tuna me entrego un diploma del curso.
Estaba sentado con las piernas cruzadas, lo que me recordo a cuando hice el curso de meditacion en Nepal, esta vez era Yoga, pero seguia habiendo conexion. Bostece antes de empezar el Pranayama, es decir, los ejercicios que aprendia de Tuna, mi maestro. Tuna era una chaval indio, casi negro, regordete  con unos labios gordotes, que difilcutaba, mas si cabe, su pronunciacion clara en el ingles. En mitad de un ejercicio, Tuna estornudo. Abri los ojos y volvio a hacerlo de nuevo, a pesar de que quiso evitarlo con la mano. Los ojos se le enrojecieron y se le llenaron de lagrimas. Los tenia muy negros, casi apenas diferenciabas el iris, por lo que Virginia no dudo en calificarlo como Ewok. Mientras Tuna se limpiaba las lagrimas, solto 'Tuna, Tuna, que dificil'. Era algo que tendria que haber pensado para entre si, pero lo dijo en alto, tan claro que lo oi y no pude evitar una sonrisa. Mas tarde comprobaria que nuestro amigo y profesor Tuna tenia esa candidez para expresar sus quejas asi mismo. Por eso y porque me iba a dar clases de filosofia, ademas de los famosos estiramientos que todo el mundo conoce de yoga, quise hacer un curso de una semana con el como colofon y despedida de la India.

El curso fueron 35 horas en total, en las que incluia Pranayama, Ashtanga yoga, Filosofia y Hatha yoga. Apenas me quedaba tiempo para comer y poco mas. El Pranayama ya lo explique antes, son ejercicios de respiracion, jugando con los orificios nasales y la garganta. Me parecio muy interesante, a pesar de que era la primera clase a las 7 AM. Des[pues tenia Asthanga yoga. Todo el mundo conoce el yoga para estirar el cuerpo en diferentes posiciones, pues bien, este estilo es mas veloz y mas dificil. Terminas hecho un piltrafilla si no estas en forma como yo. Las clases de Filosofia las tenia por la tarde y fueron lo que me empujo a hacer el curso, ya que queria tener una introduciion de donde venia el yoga, asi me confirmo que esos estiramientos no son mas que un paso para estar saludable y en forma para meditar. Tuna, que habia estudiado la mitad de su vida con maestros, me confeso que llego a estar seis horas sin moverse meditando. El yoga, tal y como lo venden en europa, (Hatha yoga es el mas conocido, mas suave) es una minima parte del yoga que conlleva no solo un etica de vida si no un camino para ser feliz, tal y como descubri en el curso de meditacion de Nepal.

Tres pucelanos en Rishikech
Buscando su camino encontramos a Javier, el tercer vallisoletano en Rishikech, que convencimos para unirse a las clases de yoga con nosotros y de este modo vivimos algo inusual lejos de nuestros hogares. Pucelanos por el mundo. Pero no todo iba a ser magia. Tambien aqui vivi el peor momento del viaje al despedirme de Virginia y, asi, seguir por separado nuestras andanzas. Por mi parte, escribo estas lineas desde Ayutthaya, una ciudad a una hora de Bangkok, Tailandia. Seguire siendo el mismo mochilero de pronvincias que os cuenta el viaje de su vida, un poco cargado de emociones y grandes recuerdos.

Virginia y yo en Rishikech

Mi nuevo compi de viaje.


domingo, 9 de marzo de 2014

#056 India. Ultimos dias.


Esta claro, no?
Un pintor en Udaipur.

Palacio de Udaipur.

El viaje a Udaipur fue en autobus sleeper, eso significa tener un cubiculo donde te metes, te tumbas y sufres los botes de las carreteras indias. No se como explicarlo, pero es que en este pais lo de arreglar o asfaltar no esta entre sus tareas. Es como ir por un camino de cabras durante siete horas, por lo que descansar lo que se dice descansar, no mucho. En cambio, los indios estan acostumbrados a esta festival de botes e, incluso en el suelo, estaban echandose una siesta. Este autobus, donde pagas por un sleeper, es deluxe, pero no tiene donde mear, asi que cuando hacia alguna parada, habia que darse prisa antes de que el coche arrancara. Por suerte ibamos cinco personas, una pareja italiana, Patricio y Alexandra, Estefano, Virginia y yo. Udaipur es una ciudad con un par de lagos, la unica atraccion. Gracias al contacto de la gest house de Jaisalmer, nos alojamos en el hotel Miwar,  un poco alejado del meollo turistico, por lo que era barato, con agua caliente y muy tranquilo. Todo un lujo. En la ciudad visitamos un palacio en mitad del lago mas cercano al centro. El paseo en barco fueron 300 rupias y el palacio tan solo 50, pero sinceramente, solo era un restaurante donde estaban preparando una boda. El segundo lago esta mas alejado del centro y es un paseo largo por carretera, basuras y caminos de cabras, es decir, como siempre. (Tampoco merece la pena ir, a no ser que vayas a alquilar una moto acuatica).

Vendedores en Bunhi.

Hazme una foto!!! En Bundi.

El siguiente destino fue Bundi. Uno de esos minusculos y acogedores sitios donde destaca un enorme palacio y fuerte en lo alto, observando desde alli la cantidad de casas pintadas de azul, al estilo de Jodhpur (la ciudad azul). Bundi tambien podria llamarse asi, azul. Llegamos por la noche en tren y cogimos un tuktuk con el que Patricio, obsesionado por conducir uno, le insistio tanto al conductor que nos llevo un rato. Toda una aventura. Alli nos alojamos en una guest house con poco encanto, ya que no tenia terraza donde poder desayunar o platicar hasta altas horas de la madrugada, asi que nos buscamos otro lado, en concreto un restaurante llamado Tom & Jerry. Una de tantos "Roof top" que habia en Bundi, ya que todos los restaurantes estaban en las terrazas de casas, asi que tenias que subir diferentes pisos, ver gente durmiendo en sus camas, o comiendo con su familia. El problema de esta ciudad es que los monos estan brincando de un lado a otro y las terrazas tenian instaladas sus jaulas donde podiamos comer sin que un mono hambriento viniera a quitarnosla. El segundo dia visitamos el palacio. Uno mas en India. En ruinas, sin nigun tipo de indicaciones, sucio y enorme. Lo mas bonito las vistas de la ciudad donde realmente encontramos el verdadero Bundi. Pasear pos sus calles fue muy divertido, ya que la gente y, sobre todo, los mas peques querian que les hicieramos fotos, nos preguntaban con mucha simpatia de donde eramos y, aunque te sentias extranjero, no te hacian sentir turista. No se acercaban a venderte algo, sino que querian hablar contigo y que les hicieras una foto! El ultimo dia en Bundi fue la despedida de los italianos, la pareja se iba a Mumbay, donde regresarian a Italia una semana despues y Estefano se quedo colgado durante unos dias porque no encontraba billete (Mas tarde, se vendria a Rishikesh con nosotros). Por nuestra parte, Virginia y yo nos fuimos a Delhi. La capital de India.


Old Delhi.
La puerta de India. Delhi.

En la mezquita con la abuela Virginia. Delhi.

El paso por Delhi era obligatorio y, a pesar de que todo el mundo insiste que es un caos y no la recomienda, nuestra visita no fue del todo mala. Lo mas dificil fue encontrar un hotel en condiciones y barato, y no tuvimos la suficiente paciencia, ya que visitamos por lo menos diez. Estuvimos cerca de la estacion de Nueva Delhi, Paharganj, donde hay un compendio de hoteles y calles para turistas occidentales. Nos movimos en metro, el cual es muy moderno, pero claro, es India, y necesitan gente para organizar la masa enorme de indianos que entran en el metro sin descontrol (Solo un dia estuve a punto de no poder salir a mi estacion, de la cantidad de gente que estabamos apelotonados, pero gracias a los codos, sali sin problemas). Delhi tiene el fuerte rojo (250 R) que para mi gusto no tiene nada especial, excepto la cantidad de ardillas que pululan y puedes dar de comer en tus manos. Cerca de alli, paseamos por lo mas atractivo de la ciudad, Old Delhi, es decir, la parte vieja, donde hicimos la "turistada" de pagar por entrar en una mezquita (300R), bueno, en realidad fue por tener una camara de fotos (Incluso me registraron la mochila). Eso si, solo para extranjeros. Lo mas gracioso de esa visita fue "la bata de abuela" que le pusieron a Virginia, a pesar de que iba bien tapada. En Delhi, Virginia aprovecho a hacer compras, ya que estaba mas barato que en cualquier lado. 

Llegada a Rishikesh, lloviendo.

Rishikesh.

Estefano, Virginia y yo... tres mochileros de provincias.

Nuestro siguiente destino era Rishikesh, con anecdota incluida. Habiamos quedado con Estefano en Haridwar, un pueblo donde hay que ir desde Delhi, para luego coger un bus y llegar a Rishikesh. Yo estaba confiado en coger el billete de tren el mismo dia, como tantas veces habiamos hecho, pero cuando llegamos a la estacion nos dijeron que no habia billetes, que tenia que ser para el dia siguiente. El problema es que Estefano habia dejado el hotel, nos esperaba en la estacion y no habia modo de contactar con el. Virginia insistio tanto en que no podiamos dejarle colgado que nos fuimos a la via del tren, donde el revisor, justo cinco minutos antes de entrar en el tren, nos dijo que podiamos acoplarnos y pagariamos despues. El tren partio y hablando con nuestros compis de asiento nos enteramos que el revisor no podia vendernos ningun ticket y, ademas, el precio que nos habia dicho era tres veces mas de lo normal. Por suerte llegamos a Haridwar y nos libramos de pagar. Alli nos esperaba el italiano. Pasamos una noche y al dia siguiente cogimos el bus local para llegar a Rishikesh, la ciudad de los babas y ultimo rincon de hippies.

Perro callejero en Rishikesh

Currando en Rishikesh

Resumir asi una ciudad es demasiado, porque no lo es, pero si que se puede definir como una ciudad donde la gente va a refugiarse a un Ashram (enormes edificios donde te alojan y te dan clases de yoga, reiki, o mil historias mas). Aqui hay un monton de sitios para ir a clases de todo tipo. Nosotros veniamos aqui para meternos en un Ashram, pero dio la casualidad de que era el festival de Yoga y el dia de Shiva, por lo que todo estaba lleno. Por casualidad, nos encontramos con Greg, un chaval de USA, que coincidimos en Jaisalmer con el y nos llevo a otra parte de Rishikesh donde encontramos alojamiento. El pueblo tiene su encanto, o mas bien la parte donde estan todos los Ashram, ya que el pueblo esta alejado y esta zona, que crece en la orilla del rio Ganges, tiene dos enormes puentes que le dan mas vida, ya que no para de llegar gente de todas partes del mundo. Durante los primeros dias nos llovio y estabamos un poco mosqueados, porque no podiamos hacer nada, asi que decidimos que teniamos que buscar alguna actividad, como el yoga. Tuna era el nombre de mi maestro, un chaval que se crio y vive en un Ashram. Un tipo muy gracioso que durante una semana me dio clases de Pranayama (tecnicas de respiracion), Ashtanga yoga (Ejercicios intensos), Filosofia y Hathayoga (ejercicios mas suaves). Pero la experiencia de yoga la contare en otro post. 

Rishikesh

Rishikesh



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