jueves, 10 de abril de 2014

#061 Laos. Una gran despedida de este humilde pais.

Nong Kiaw, Laos

Nong Kiaw, Laos
Llegue a Nong Kiaw para hacer una noche. "Vete al bamboo Paradise, me dijo Joe, el australiano, y come en el restaurante Indio que se llama Deens. Y eso es lo que practicamente hice en este pueblo. Al dia siguiente cogi el bote que me llevaria a Muang Ngoi. De ese mismo bote se bajaba el italiano con el que comparti habitacion la primera noche en Luang Prabang. "No te quedes en Muang Noi, es muy turistico, vete hacia las aldeas...". Consejos de turistas, algunas veces son buenos, a veces malos, otras... no te cuentan todo.. Las aldeas estaban a cincuenta kilometros, la mas cercana. Cuando me baje del bote, me quite de encima a la gente de las guest house diciendo que iba a las aldeas... "Todo recto", me dijo uno y me puse a andar. Nadie me seguia por ese camino de tierra en el que de vez en cuando pasaban motos. Dudando si era ese mi camino, me uni a la caminata de un chaval que no sabia ingles, pero iba en la misma direccion. Llegue donde estaban construyendo un refugio para la lluvia y hombre, borracho, pero con gracia, se me acerco y me dijo que habia que pagar diez mil kips para apoyar las aldeas, le conteste que yo iba a una de ellas, y me dijo que no me preocupara, que me uniera a ellos, a el y sus amigos, que estaban celebrando que habian cazado una serpiente. Me sente con el grupo y lo primero que hicieron fue darme de beber Lao... no una, si no varias veces. El licor era demoledor, pero no paraban de pasarme vasos. Tambien probe serpiente, un manjar para ellos, ya que no comen carne. Tras una hora decidi visitar las cuevas que estaban al lado, alli vi el rastro de la sangre de la serpiente y volvi con mis amigos. Siguieron dandome mas licor de mataratas y cerveza. No se cuanto tiempo estuvimos alli, en pleno refugio, pero cuando se cansaron, todos con un alto porcentaje de alcohol en sangre, me llevaron en un mini tractor que arrastraba un carro, donde iba yo, a la aldea. Llegue casi de noche a una villa donde me recibio una mujer mayor con una sonrisa en la cara. Me ofrecio un bungalow, donde habia un colchon y una mosquitera, y con una bombilla fuera. Al dejar la mochila, vi a un chaval preparado para ir a pescar, al que me segui por los arrozales hasta un rio cercano. El iba en calzoncillos y descalzo, con una red, yo con sandalias... adivinais quien se resbalo varias veces? Efectivamente, un servidor. El resultado de la pesca fue bastante positivo y, sin yo saberlo, iba a ser esa mi cena, junto al sticky-rice (comida tipica de Laos).


Comiendo serpiente y bebiendo Lao...

Un chaval que estaba por ahi... y yo borracho.

Currante, pescador, guia de trekking... un prodigio...

Estuve dos noches en esa aldea. Al dia siguiente el mismo chico con el que me fui de pesca, me llevo de trekking. Cogio un machete y nos fuimos al monte. La ruta fue demoledora, todo subida durante una hora, hasta que al final vimos un claro que era un valle hermoso de la selva. El no sabia mucho ingles, pero lo suficiente para indicarme diferentes cosas que nos encontrabamos en el camino para decirme "no bueno" o "bueno" (como unas hojas que se pegaba al estomago porque le dolia). Despues del claro, seguimos andando por la carretera que no pasaba ni un vehiculo. Seguimos subiendo cuestas muy empinadas... No se cuantas veces tuvimos que parar, la mayoria por mi, hacia calor y las subidas eran brutales. Paso otra hora y llegamos a una villa, mas remota aun que en la que vivia el. Apenas habia una tiendecilla, sin electricidad que vendia bebidas del tiempo... o sea, calientes. Descansamos en la sombra y el me dijo que todavia quedaba media hora para unas cataratas. El camino fue de bajada, por un camino nada turistico y llegamos a un riachuelo con piedras y varias alturas de caida, nada especial, quizas el lugar tan remoto al que me habia llevado. Alli nos refrescamos un poco, pero en cuanto comenzamos la vuelta, el agua se seco y volvimos a sudar... porque es lo que hice durante todo el dia: sudar. Esa noche cene con la familia, la unica de la villa que tenia una casa con muros de ladrillo. El interior eran esterillas en el suelo y colchones en una esquina donde dormian. A las ocho, ya de noche, era hora de dormir.

Mi guia...

Una villa perdida.

Un felino disecado.

La vuelta a Muang Ngoi fueron dos horas. Alli volvi a la realidad del occidental, aunque no tanta... no habia linea de telefono, ni internet, claro. El pueblo vivia del turismo, como me dijo el italiano, era una calle llena de hostales y restaurantes, y la unica via de salida era en barca. Dormi una noche y me uni a un grupo que iba al norte, a Muang Khiaw, direccion la frontera. El bote, de asientos de madera, excepto cuatro comodos y confortables asientos de coche, fue bastante incomodo, ya que tardo alrededor de cinco horas. El paisaje precioso, pero esa selva, ese agua, y, sobre todo, ese culo cuadrado que se te queda tras varias horas, es un poco torturador. De nuevo, pase una noche. Pierdes tiempo en estos transitos, debido a que solo hay un bote, un bus, un horario, asi que estos sitios viven de gente de paso, puesto que no hay nada que hacer en un sitio donde es complicado comprar galletas de chocolate. Si, no tenian en las cuatro tiendas que pregunte. Es ilogico que pueda sobrevivir un pueblo asi, no le doy mas de dos meses...
Muang Ngoi, Laos.

Con esto pescan...

Monjes recibiendo donaciones en Nong Kiaw, Laos.

El autobus que nos iba a llevar a la frontera de Vietnam se retraso una hora... pero eso es otra historia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares